Sin España y Francia en el terreno de juego tras la polémica eliminatoria europea del año pasado, todo parecía indicar que Italia solo tenía que vencer a Argentina para hacerse con la victoria en la Gelato World Cup (en adelante, GWC). Y, sin embargo, el desenlace de este certamen celebrado ayer en Sigep dibujó una final muy diferente a la que nos imaginábamos. El equipo liderado por un veterano de las competiciones de esta feria, Davide Malizia, se imponía con fuerza a Corea del Sur, segunda, y a Hungría, tercera. Todas las expectativas del equipo argentino, que había acudido a la final con una preparación e inversión importantes, se quedaban por el camino. Así, terminaba cuarto en esta competición.
El equipo italiano está formado por Vincenzo Donnarumma, Rosario Nicodemo, Filippo Valsecchi, Domenico di Clemente y el delegado, Davide Malizia. Su victoria se produce cuando la GWC llega a su décima edición, especialmente relevante por su carga simbólica y por los crecientes rumores sobre la retirada del presidente del comité organizador, Giancarlo Timballo. En esta línea, precisamente ayer recibía un reconocimiento especial por su trayectoria por parte de la organización. Este ambiente de despedida se respiró durante las tres jornadas de la competición y, también, a lo largo de la ceremonia de entrega de premios de ayer por la tarde. Esto invita a pensar que podríamos estar a las puertas de una transición hacia una nueva etapa en una competición que ha dejado atrás a miembros históricos de la organización, como la prestigiosa periodista Luciana Polliotti.
La polémica eliminatoria europea en la que quedó fuera Francia y España generó un gran debate en torno a la falta de transparencia y las irregularidades de esta competición. Esto hizo que la organización de la GWC tomara medidas en esta final con la incorporación al equipo de comisarios de la final de un representante español, el presidente de Anhcea, Marco Miquel, el Mof glacier Emmanuel Ryon, en representación de Bruno Aim y de la Confédération Nationale des Glaciers de France (CNGF), y Massimiliano Maccarrone, presidente de la asociación argentina, Afadhya. Tal y como asegura el propio Marco Miquel, la voluntad de cambio y transparencia han sido notables en una final con unas reglas del juego más claras y justas, aparentemente sin favoritismos con Italia. Como informan desde la organización, también “se ha renovado el organigrama operativo con la incorporación de un segundo jurado internacional, la Asociación Mundial de Sociedades de Chefs".
La Gelato World Cup está organizada por la entidad Gelato e Cultura, así como Italian Exhibition Group, y las once naciones que compitieron fueron Argentina, Brasil, China, Corea del Sur, Alemania, Italia, Singapur, China Taipéi (Taiwán), Hungría y México. Polonia, que se había clasificado sin pasar por la eliminatoria europea, a través de un pase directo, decidió no participar. Las diferentes pruebas a realizar fueron la cubeta decorada, tarta helada, monoporción en copa, mystery box de crema, mistery box de fruta, entrante con helado gastronómico, snack de helado de chocolate, esculturas de hielo, chocolate y guirlache, y el bufet final.