HomeActualidadLa obra de Turró propone un helado para un consumidor exigente

La obra de Turró propone un helado para un consumidor exigente

La obra 30 Helados Imprescindibles, de Jaume Turró, cumple sus primeros dos meses en el mercado con un recorrido inmejorable. Un período de tiempo que sirve para constatar la aceptación de algunas de las ideas que Arte Heladero y Grupo Vilbo querían proponer con este lanzamiento. El  planteamiento de salida es diseñar una oferta básica y variada para una heladería que aspira a combinar por igual modernidad y tradición. Esta idea encierra la voluntad de ser una herramienta práctica, un aliado en la confección de una vitrina idónea, con helados y sorbetes clásicos y contemporáneos, de kilómetro 0 y de tendencia.  

El mantecado, un helado muy bien definido para una inmejorable degustación. 

 

Pero más allá de esto, también hay otras ideas que comienzan a brillar con luz propia. Una de las que mejor acogida está teniendo es la importancia de la vertiente gastronómica de las elaboraciones que se presentan. En el libro, Turró no se fija sólo en aquellos helados cuya materia prima tiene valor sensorial por definición, como la vainilla, el pistacho y el chocolate negro. El Campeón de España de Heladería 2012 da un paso más y muestra recetas que preservan todo el sabor y la frescura del producto original en helados que no suelen tener un valor gastronómico tan evidente. Ejemplos hay muchos, algunos de ellos son el mantecado, el sorbete de mango-pasión, el helado de café, el sorbete de mandarina, el helado de menta y chocolate, el yogur y el helado de fresa.

Las recetas se han estudiado al detalle para ofrecer la mejor degustación. De ahí que los parámetros escogidos tengan un papel importante y se hayan ajustado para que ni los azúcares, ni los productos lácteos, por ejemplo, interfieran en el sabor final o le resten nitidez. Es, así, una de las claves de este primer libro del autor, que quiere transmitir la idea de que el helado no es un producto estandarizable o uniforme, sino que cada propuesta debe tener su propia personalidad. Porque a menudo el exceso de dulzor iguala sabores muy distintos. 

El helado de pistacho es uno de los que ofrece una degustación más interesante y compleja en boca. Es una de las recetas del libro.

 

Etiquetado en:
Categorías

Publicidad

comments powered by Disqus