Rocambolesc crea una línea de tarrinas para la restauración
Rocambolesc crea un surtido de cinco de sus helados más emblemáticos en formato tarrina individual, concebido específicamente para la hostelería. De esta manera cuando el helado llegue al restaurante, al hotel y al catering, estará listo para su servicio con sus complementos o toppings incluidos, sin la necesidad de manipularlo, explica Ale Rivas, al frente de la gestión de estas heladerías.
Con una vida comercial de seis meses y pensados para ser conservados a una temperatura de -18ºC, los helados se comercializan en cajas de 20 unidades. Esta nueva línea es la respuesta de Rocambolesc a una demanda creciente de sus clientes de la hostelería que querían evitar la necesidad de manipular el helado para verterlo en la tarrina y añadir los toppings.
Los cinco helados son los siguientes:
Ultravioleta
Sorbete de coco y violeta con crujiente de fresa, nube de violeta y merengue quemado. Un postre helado con matices florales y frutales, una evocadora combinación desde la primera cucharada.
Gran Bombón
Helado de chocolate al 72% de cacao, con crujiente de almendra tostada, haba de cacao rota y salsa de cacao. Un helado que rinde culto al bombón como pieza de pequeño formato de la pastelería.
Vainillísimo
Helado de vainilla Bourbon con crujiente de caramelo, bizcocho de chocolate y salsa de cacao. Uno de los clásicos de las heladerías Rocambolesc para la hostelería.
Manzana al horno
Su punto de partida es un postre de El Celler de Can Roca que el menor de los hermanos Roca, Jordi, dedicó a su madre, Montserrat Fontané, cocinera del Restaurante Can Roca, del que surgió El Celler. En Rocambolesc, el propio Jordi Roca transformó el postre en un helado de manzana el horno, con manzana golden caramelizada y trozos de galletas de mantequilla. Es, en palabras de Jordi Roca, un homenaje a la tradición en una melosa tarrina helada.
Láctico
Helado de requesón de oveja ripollesa de Mas Marcè, acompañado de un dulce de leche de oveja y de una confitura de guayaba. Es la versión helada de otro de los icónicos postres de Jordi Roca en tarrina.