Un paseo por otras tradiciones heladeras

Los helados de tradición italiana y de países que marcan tendencia como España y Francia suelen ocupar las páginas de los medios especializados y de los generalistas. Sin embargo todavía hoy, en plena globalización, sobreviven otras tradiciones heladeras. En un interesante artículo que publica el portal mexicano www.altonivel.com.mx, se pasa revista a algunas de ellas, que proceden de países como Malasia, India, Irán y Turquía. 

El helado puede ser una buena excusa para acercarse al siempre inexplorado mundo gastronómico de Turquía, por ejemplo. En este país, que habita en la intersección entre dos continentes tan diferentes como Europa y Asia, se elabora un curioso helado con textura de chicle. En la aldea de Kahramanmaras, al sur del país, los heladeros preparan su helado con la raíz de una orquídea local denominada sahlab. Este ingrediente confiere más elasticidad al producto e incluso más adherencia. Son muy habituales los helados con frutas locales como la cereza.
Hispanoamérica no es la única patria del raspado o agua de nieve. En Malasia también son muy habituales los raspados (una especie de granizado) de mango y otras frutas autóctonas. Son conocidos por el nombre de kacang y se aderezan con productos típicos de los postres asiáticos, como las perlas de tapioca, cubitos de gelatina, cacahuete molido y granos de maíz. La comida callejera está muy extendida en toda Asia y los kacang no son una excepción. En ciudades como Kuala Lumpur los niños comen este helado al salir de la escuela.
Irán es conocida en todo el mundo por ser tierra generosa en especias que se aplican desde tiempos inmemoriales en la cocina tradicional persa. El helado en Irán tiene sabores sutiles, como los derivados del agua de rosas y del azafrán, que son los que más demanda tienen. Se acompañan de pistachos y otros productos típicos de esta zona.
Se cierra este itinerario por el mundo con India. En este país-continente se llama al helado kulfi y tiene una textura granulosa, resultado de la ebullición de la leche hasta espesarla al máximo. Se trata, de nuevo, de uno de los países con una mayor despensa en especias, algo que no es de extrañar que haya llegado al helado. Además del azafrán, los pistachos y el mango, se emplean especias que habitualmente forman parte de platos salados. Todo un reto para un paladar conservador.