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La oferta heladera de Bogotá crece en cantidad y calidad

La oferta heladera de Bogotá crece en cantidad y calidad

Bogotá ha registrado en el último año un incremento de su número de heladerías con cinco nuevas aperturas. Son propuestas variopintas, desde las clásicas cremerías italianas a paleterías y heladerías que reivindican las frutas autóctonas.

A priori dos de las heladerías más interesantes son Selva Nevada y Choux Choux. La primera, Selva Nevada, trabaja con la variada despensa de frutas colombiana, cosechadas por organizaciones comunitarias de diferentes regiones del país. Con ellas mantiene una relación comercial justa y éticamente responsable, promoviendo el desarrollo local sostenible y la conservación de los bosques colombianos. "Terminamos haciendo heladería artesanal por cosas de la vida, por la biodiversidad de este país y por las ganas de ayudar a la gente", comentó Alejandro Álvarez, uno de sus propietarios. Algunos de sus helados son el resultado de originales combinaciones de sabores, como arazá con marañón acaramelado, canela con flor de Jamaica y guanábana con yerbabuena.

Choux Choux arranca del amor por el helado francés con pasteurizaciones realizadas a mano. Es fruto de dos parejas de amigos pasteleros y cocineros. Claudia Oyuela, formada en The French Culinary Institute (N.Y.), y el pastelero de Lyon Raphael Haasz son los responsables de la producción. Tienen una interesante carta de productos con clásicos (chocolate realizado con cobertura Valrhona, vainilla y fresa) y sabores autóctonos de Colombia (arequipe, mango y limón, plátano y maracuyá, guanábana y frutos rojos). También ofrecen la especialidad le choux, una especie de lionesa rellena de helado.

Jairo Cruz es el impulsor de un local con mucho éxito en Bogotá, La Palettería, que tiene hasta 35 helados y que los domingos llega a vender hasta 1.500 unidades. Entre sus propuestas más destacadas están paraíso tropical, cheesecake de Oreo, Nutella y yogur natural con frutos rojos. También especializada en polos o paletas, Michelle es la plasmación de un trabajo presentado en el colegio de Michelle Katz, la hija de un conocido empresario de restauración, Leo Katz. Y no podía faltar en este listado una heladería propiamente italiana. Es el caso de Cremería Italiana, que pone el acento en helados tipo crema de frutos secos, como el de pistacho de Sicilia, y avellana del Piamonte. El negocio es de Raffaele Pastorella.

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