El humor en la imagen de marca de Eyescream

En septiembre de 2012, nace en Barcelona (paseo Joan de Borbó) una curiosa heladería que sirve el helado raspado (shaved ice cream), tal y como se consume en Taiwán. Con una textura a medio camino entre el helado y el sorbete y un nombre nada habitual para un establecimiento, Eyescream se enfrentaba a un verdadero reto, superar la desconfianza que provoca un producto tan diferente. El proyecto abogaba por un tipo de helado desconocido en Europa, que además se presentaba de una forma muy poco atractiva, con salsas y toppings.

Contra pronóstico no sólo se ha abierto paso entre la oferta barcelonesa en estos tres años, sino que recientemente conseguía el premio a la mejor identidad corporativa en los británicos International Restaurant & Bar Design Awards 2013. La implicación en el proyecto de Estudio M Barcelona ha ayudado a definir la heladería. Tal y como explican las diseñadoras Marion Dönneweg y Merche Alcalá, el trabajo codo con codo con los de Eyescream, Joad López y Federico Mendoza ha tenido sus frutos. De algo tan aparentemente anecdótico como añadir un par de botones de azúcar al helado imitando unos ojos daba vida al producto con un toque de humor. El helado parece una especie de personaje tipo monstruo, que mira a los ojos mientras el cliente lo consume. De ahí el nombre del negocio. Eyescream, que en inglés se pronuncia como ice cream, pero que además hace referencia directa a los ojos. "Nos inventamos un monstruito y un carácter propios para cada sabor", aseguran desde Estudio M. Además se desarrolló un embalaje sofisticado sencillo y económico, una suerte de bandeja para el helado y los toppings (mermeladas, chocolate líquido, dulce de leche, etc.).

Además, la localización del local hacía recomendable también potenciar el autoservicio, como la fórmula que mejor encajaba con el producto. "Construimos cajas de madera de bajo coste para el autoservicio, concentrando toda la experiencia del consumidor", explican las diseñadoras.